Carmen Ibarra


Mi presentación. Carmen, mujer, individuo, de alma larga, madre, que gusta del vuelo alto coherente y ojalá con una sonrisa. Amante de la danza y de lo que aprendemos con nuestro cuerpo.

Profesora, hija, amiga y hermana.....



Reflexiones acerca del Cuerpo

"Shadow Field" (detail) by Christian Schloe

Nuestro querido cuerpo, es cierto que posee una finitud, un tiempo de duración: nacer, morir, eso está muy claro pero ante la pregunta ¿Qué pasa después de la muerte?
Encontramos diversas respuestas: algunos piensan que todo termina allí, otros, que el alma viaja a alguna parte, otros creen en el ascenso en espiral, otros creen en la reencarnación, los católicos en que uno se va al cielo, al infierno o al purgatorio, otros que esos estados se viven acá, otros que la muerte es paz, encuentras en fin, muchas opciones en relación al cuerpo y a la vida del ser humano.

En este tránsito por esta vida algunas personas viven desde el cuerpo y para el cuerpo, los que se dedican a “cultivar”  el cuerpo, entre los que se encuentran deportistas, fisiculturistas, bailarines, yoguis (aunque éstos entrenan el cuerpo para conectarse con la divinidad), otros a gratificarlo lo más posible, a través de la comida, de la ropa, moda, tecnología, el equipo con mejor sonido, el celular con más cualidades, el auto más nuevo, el más confortable, el consumir para dar satisfacciones a este cuerpo.(etapa fuerte en la que se mueve la sociedad moderna y sobre todo el Chile actual).
Respeto al tema del desarrollo de la tecnología y el cuerpo hay mucho que decir porque por un lado “facilita “ la vida y por otro nos aleja cada vez más de nuestra experiencias motrices vitales. (este tema lo abordaré en otro artículo)
La pregunta es cuál es mi posición, pensamiento, respecto al cuerpo?

Revisemos algunos conceptos sobre el cuerpo y el alma de nuestros filósofos griegos:

 Arístipo de Cirene , discípulo de Sócrates, dice: “la sensación es no solamente criterio de la verdad, sino también de la conducta práctica, y por eso el placer es el fin del hombre” (hedonismo).
Otras personas entre los que se encuentran los que privilegian el pensamiento, consideran que el cuerpo es solo un instrumento, un vehículo, que no tiene mayor importancia.
Para Platón “el hombre tiene su verdadera esencia en el alma que es de naturaleza idéntica a la de las ideas (simples, invisibles, inmutables) y las ha contemplado antes de entrar al cuerpo (y por eso es capaz del conocimiento, que es reminiscencia). El alma es inmortal y no la pueden destruir las enfermedades que la aquejan a ella misma, es decir el error y la culpa”
Pero si el alma es de naturaleza divina, ¿cómo puede ser capaz de pecado? “Platón responde con la teoría de las tres facultades: existe el alma racional (alma cabeza) que debería gobernar y dominar con el conocimiento y la ciencia, pero también existe el alma pasional (alma pecho) que a veces, en lugar de someterse  a la razón se deja engañar por opinión; y existe el alma apetitiva (alma vientre) que sufre de la sensación y los deseos sensibles. La racional es el cochero es el cochero de un carro alado con ruedas, cuyos dos caballos, el blanco más generoso y dócil (alma pasional) y el negro más sórdido y rebelde (la apetitiva) intentan tomarle la mano y en la rebelión y violencia de quien debiera obedecer y servir, está el manantial del error y del pecado. Y el alma que alejada de la patria celeste, penetra en el cuerpo como en una cárcel o en una tumba, si no mantiene su pureza y constante aspiración a lo divino de donde proviene, no puede volver allá mientras el cuerpo muera, sino que está constreñida a una transmigración a otro cuerpo de hombre o de animal, conforme a las costumbres que ha demostrado preferir”. (El Pensamiento Antiguo)- Historia de la Filosofía Greco-Romana)
Aristóteles, coincide con Platón, en la concepción de que el hombre es un compuesto de alma y cuerpo; pero se separará de Platón al concebir esa unión no como accidental, sino como sustancial. No existen el alma por un lado y el cuerpo por otro lado, sino que ambos existen exclusivamente en la sustancia "hombre" la distinción entre alma y cuerpo es real, pero sólo puede ser pensada. Por lo demás, el alma no puede ser inmortal, como afirmaba Platón, ya que no es posible que subsistan las formas separadamente de la materia. Cuando el hombre muere se produce un cambio sustancial y, como hemos visto en la explicación aristotélica del cambio, eso supone la pérdida de una forma y la adquisición de otra por parte de la sustancia "hombre": la forma que se pierde es la de "ser vivo" (lo que equivale a decir "ser animado"), y la forma que se adquiere es la de "cadáver" (lo que equivale a decir "ser inanimado").

Me pareció interesante y aportador, partir en esta serie de artículos, revisar estas visiones tan disímiles para confrontar estas miradas, las primeras reflexiones filosóficas de nuestra cultura occidental conocidas (aunque los presocráticos, los pueblos originarios y las culturas milenarias ya tenían sus visiones) en relación al cuerpo.


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